Plaza de Oriente de Madrid
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La plaza más grande de Madrid se extiende a lo largo de 280 metros desde la calle San Quintín a la de Requena, y 200 desde la fachada del Teatro Real al palacio Real.
Las partes norte y sur de la plaza están ocupadas por los Jardines del cabo Noval y de Lepanto respectivamente. El nombre de los primeros se debe al monumento allí erigido en memoria del cabo Luis Noval. En los Jardines de Lepanto se encuentra el monumento al capitán Ángel Melgar, y el Ayuntamiento de Madrid también ha levantado ahí un pequeño monumento al tenor español Julián Gayarre, considerado uno de los mejores tenores de todos los tiempos.
Separada del Palacio Real por la calle de Bailén, la remodelación de 1996 enterró dicha calle, de forma tal que la plaza llega hasta la fachada este del palacio. Esta situación al este del palacio, y también de la villa de Madrid, es lo que ha dado nombre a la plaza. Se encuentra limitada al este por el Teatro Real y está adornada con estatuas de diversos reyes de España y cuatro monumentos –los tres citados y la estatua ecuestre de Felipe IV en el centro de la plaza–.
La actual plaza de Oriente era una explanada llena de arbustos en la Edad Media. Al ir desapareciendo las fortificaciones del primitivo Alcázar, pronto se empezaron a construir edificios cercanos a éste.
José Bonaparte, en 1811, quiso hacer una plaza para dar vistas al Palacio Real y, de paso, eliminar el barrio de trazado irregular y las viviendas de mala fama cercanas a palacio. El encargado del proyecto, Silvestre Pérez, derribó varias manzanas, incluyendo los conventos de San Gil y Santa Clara, la iglesia de San Juan, la Biblioteca, el jardín de la Priora y cincuenta y seis casas
Su idea era hacer un gran paseo que comunicase el palacio Real con la puerta de Alcalá, pasando por la plaza de la Puerta del Sol. Tras la derrota de los franceses, el municipio madrileño continuó el proyecto, pero Fernando VII reemplazó los edificios derruidos por un teatro, truncando el proyecto de un gran bulevar para la ciudad. Ya durante el reinado de Isabel II se emprendió la reforma definitiva de este gran espacio dotándolo de un jardín cerrado por altas verjas de hierro y adornado con estatuas de reyes. Argüelles y Martín de los Heros encargaron la planificación de los jardines a Narciso Pascual y Colomer, quien también dictó las normas de construcción de los edificios que bordean la plaza.
Fotos de Plaza de Oriente de Madrid ▲
