que recuerdan al estilo miguelangelesco y están inspirados en la obra “El Sueño de Felipe”. Desde su fundación este convento alberga una comunidad de Monjas Dominicas
En el siglo XIX la familia Fitz-James Stuart vuelve a dar uso al monasterio para depositar sus restos. En 1.909 Jacobo Fitz-James Stuart Falcó de Portocarrero y Ossorio