que llegó a España de la mano de los duques de Alba para quienes construyó el palacio de Piedrahita y más tarde trabajó en el palacio de Aranjuez. El proyecto original de Marquet sufrió algunos retoques por parte del conde Aranda quien habilitó una parte del edificio como cuartel de una guardia de prevención.
El edificio tiene planta rectangular con dos patios porticados de granito. La fachada principal