Inicio » Reportajes sobre Madrid » Cinco visitas imprescindibles por Madrid Centro




Madrid, una de las metrópolis más monumentales de Europa, brinda al visitante rutas turísticas para todos los gustos y circunstancias. Tanto si es tu primer viaje como si eres un enamorado de la ciudad, una visita al centro de Madrid es ineludible. Toma nota de estas visitas imprescindibles que se pueden hacer a pie mientras se goza del ambiente.

En la capital de España se pueden encontrar propuestas turísticas interesantes en prácticamente todos sus barrios, sin embargo es el distrito Madrid Centro el que enamora con su atmósfera histórica, sus monumentos, el ambiente de sus cafés y el sabor castizo de sus bares. Comencemos a caminar para descubrir los principales hitos del denominado ‘Madrid de los Austrias’.

1. Plaza Mayor de Madrid

El mejor punto de partida para recorrer Madrid Centro es la Plaza Mayor, un monumental espacio que ya en el siglo XV ocupaba un mercado. A comienzos del siglo XVII, en tiempos de Felipe II, se solicita al arquitecto Juan Gómez de Mora que otorgue uniformidad a este lugar donde los madrileños celebraban corridas de toros, fiestas, e, incluso, coronaciones. Con el transcurso del tiempo y varios percances, incendios, etc. se hizo cargo de su nueva fisonomía el arquitecto Juan de Villanueva. A él le debemos gran parte de su bella imagen. Actualmente, la Plaza Mayor se ha convertido en epicentro de fiestas, conciertos, mercadillos navideños, y en un lugar excepcional para disfrutar de los bares y terrazas situados bajo los soportales. Viajar a Madrid y no pisar la Plaza Mayor, es como no visitar la capital.

2. Monasterio de las Descalzas Reales

Sorprendentemente no es uno de los lugares más populares de Madrid, pero cuando lo conozcas comprobarás que es una visita fundamental. Este monasterio fue construido a mediados del siglo XVI para la orden de las Clarisas y ocupa el antiguo palacio de Carlos I e Isabel de Portugal. Allí nació también su hija Juana, y ahora se puede visitar su tumba. En el convento llaman la atención su fachada plateresca, la bonita escalera renacentista, las pinturas al fresco del siglo XVII situadas en la capilla y en la escalera, y los tapices de Bruselas tejidos sobre cartones de Rubens.

3. El espectacular Teatro Real

Inaugurado en 1850, durante el reinado de Isabel I, es el teatro más monumental de Madrid. Además de admirar su indudable belleza, es muy aconsejable asistir a alguna representación para comprobar en primera persona la calidad de su caja escénica. Cuenta con 18 plataformas articuladas que permiten numerosos cambios de decorado. En el Teatro Real se tiene la oportunidad de asistir a grandes óperas, música clásica y danza, entre otras artes escénicas. Este tipo de lugares, que forman parte del alma de la ciudad, siempre está entre los planes recomendados por la guía Barceló Experiences, así que merece la pena estar al día en sus recomendaciones.

4. Palacio Real y Catedral de la Almudena

Esta doble visita, a pocos minutos del Teatro Real, es también obligada. En el Palacio Real, residencia de los reyes desde Carlos III hasta Alfonso XIII, es interesante asistir al cambio de guardia, que se produce todos los días, y también realizar una visita guiada a su majestuoso interior. Algunos espacios, como el Salón del Trono o el Salón de Gasparini, cuentan con una ornamentación y un mobiliario magníficos.

Justo al lado del Palacio Real se sitúa la Catedral de la Almudena, una construcción del siglo XX con una trayectoria marcada por los cambios que se iban produciendo en el periodo de edificación. Fue finalmente consagrada por el Papa Juan Pablo II en el año 1993 y su estilo es poco tradicional (merece la pena entrar para verlo). Los amantes de la arquitectura religiosa también deben visitar la iglesia de San Francisco el Grande, y la Colegiata de San Isidro (que fue la catedral hasta 1993).

5. Jardines de Sabatini y Campo del Moro

Tras estas visitas monumentales, lo más adecuado es relajarse y descansar un poco en dos parques muy especiales. El primero de ellos, los Jardines de Sabatini, está en la fachada norte del Palacio Real y es de estilo clasicista. Cuenta con senderos, cuidados parterres, esculturas y fuentes. Quienes prefieran caminar en espacios más grandes deben dirigirse al Campo del Moro, que era el antiguo jardín de estilo inglés del Palacio Real, donde podrán admirar inmensos árboles y fuentes monumentales. Además, es el lugar ideal para fotografiarse con el Palacio Real detrás y pavos reales a los pies. Toda una fantasía.

Este recorrido por el distrito centro de Madrid nos ha llevado al Madrid de los Austrias más monumental pero aún quedaría probar los sabores madrileños en algunos cafés y bares con solera como el Café de Oriente (Plaza de Oriente, 2) y la taberna del Alabardero (Felipe V, 6).