Inicio » Reportajes sobre Madrid » 10 secretos que esconde Madrid y quizás no conoces
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Madrid tiene una cara visible que cada turista percibe cuando viene a visitar la ciudad. El Oso y el Madroño, el kilómetro cero, sus impresionantes museos o sus bares de tapas son algunos de sus mayores atractivos. Sin embargo, bajo todos estos interesantes lugares se esconden secretos ocultos que casi nadie conoce. Para los que no conocen Madrid o para los que sólo conocen la parte visible, este artículo desgrana algunos de esos lugares que guardan algo más.

1. El origen de las tapas

¿A quién no le gusta disfrutar de una buena tapa con una caña bien tirada?  Dicen que fue el rey Alfonso X “El Sabio” quien por recomendación de su médico lanzó un decreto real por el que se obligaba a poner aperitivos siempre que se consumiese vino. Fue el médico del monarca, que sufría ardores estomacales por beber todo el día, quien la hizo esta recomendación. Sin embargo, otros fechan su origen en Cádiz, cuando al rey Alfonso XIII le taparon el vino con una loncha de jamón para evitar que le cayese arena de la playa en el vaso. Tanto gustó esta idea a su majestad que trasladó esta costumbre a Madrid. Fuera quien fuera, todos los extranjeros y españoles aplaudimos la idea.

2. ¿A qué debe su nombre el Rastro de Madrid?

El famoso mercadillo de Madrid nació en 1740 en torno al Matadero de la Villa que por aquel entonces se ubicaba en el barrio de Lavapiés. Los trabajos en el Matadero dejaban grandes rastros de sangre por las calles de la zona. De ahí viene el nombre de Rastro.

3. ¿Sabes que Madrid tiene un cementerio para extranjeros?

Se llama el Cementerio de los ingleses. Está en el barrio de San Isidro y en él están enterrados, entre otros, miembros de la conocidísima familia de la moda, Loewe. También yacen allí los restos del fundador del Circo Price. Desde 1796 su gestión depende de la embajada británica y en un principio se pensaba construir en la plaza de Colón, donde ya habían comprado los terrenos. Allí eran enterrados todos los extranjeros no católicos. En total allí permanecen los restos de más de 1.000 personas de 49 nacionalidades distintas. Se puede visitar martes, jueves y sábados de 10.30 a 13.00 horas.

4. El Robin Hood español, era madrileño

Se llamaba Luis Candelas y era el Robin Hood español. Un bandolero al estilo de Curro Jiménez que aseguraba no tener ningún delito de sangre. Nació y se crió en Lavapiés. Era el “don Juan” del barrio. Tanto es así que compartió incluso amantes con el rey Fernando VII. Tenía una cuadrilla con la que cometía robos y fechorías, dicen que para robar a los ricos y dárselo a los pobres. Fue condenado a morir en el garrote vil bajo la puerta de Toledo. Tan conocido se hizo que hasta hoy un restaurante de la Calle Cuchilleros lleva su nombre. La leyenda cuenta que su mayor botín yace en algún rincón de La Pedriza. Anímense y busquen, puede que haya suerte.

5. El Ratón Pérez vive en Madrid

Su domicilio está en la Calle Arenal número 8. Allí vive en una gran caja de galletas de la confitería Prast con toda su familia. Es el primer personaje ficticio al que el ayuntamiento de Madrid le rinde homenaje con una placa. Este pequeño roedor recibe cartas con dientes todas las semanas. Tiene una casa museo que es visitable donde guardan dientes de personajes tan ilustres como  Isaac Newton. Su origen se remonta a cuando el rey Alfonso XIII era un niño y el jesuita Coloma escribió este cuento para él cuando se le cayó su primer diente. Desde su casa, el ratón Pérez emite Certificados de Origen de caída de dientes de leche y tarjetas de Feliz caída.

6. ¿Sabes qué calle de Madrid fue construida con corcho?

Sí. Se trata de una calle pavimentada con corcho. Resulta curioso y extraño, pero la realidad es que en 1896 la calle del Arenal se reformó así. El elevado tráfico que había en Madrid generaba tanto ruido que molestaba a los ciudadanos. El ayuntamiento decidió entonces tomar esta medida para evitar el ruido que generaban los carruajes y animales que circulaban por la zona. Con las primeras lluvias el corcho no soportó las pisadas de los animales ni el peso de las ruedas y la transitada calle madrileña volvió a su estado original.

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7. La razón por la que el metro de Madrid circula por la izquierda

Antiguamente en toda Europa los carruajes circulaban por la izquierda. Así el cochero llevaba las riendas en la mano izquierda, mientras que con la derecha manejaba el látigo. De esta manera se evitaba golpear a algún peatón. Cuando el metro se inauguró en 1919, todavía regía la norma de circular por la izquierda y por eso se construyó así. En 1930 se aprobó la normativa para circular por la derecha. Como las obras del suburbano ya estaban muy avanzadas, y era muy costoso su cambio, se decidió seguir con la forma de construcción original.

8.  El túnel de la risa de Madrid no está en el parque de atracciones

Seguramente que hayas pasado por él más de una vez. Se conoce así a la conexión ferroviaria que une Atocha con Chamartín y tiene su explicación. Este enlace comenzó a construirse en 1933 siendo Ministro de Fomento Indalecio Prieto. Los miembros de la oposición se mofaban de esta construcción ya que la asemejaban a la atracción de feria que consistía en un tubo acolchado que giraba y provocaba las caídas de la gente. De ahí el nombre. Y aunque  sea el túnel de la risa, tiene una parte  triste. Esta obra no se terminó hasta 1967 como consecuencia del parón de la guerra Civil.

9. La casa de los asesinatos del barrio de Malasaña (Madrid)

En el número 3 de la calle Antonio Grilo, en el popular barrio de Malasaña se ubica este edificio. Con más de 130 años y tres plantas más el bajo guarda un macabro secreto. Se la conoce como la casa maldita por los múltiples asesinatos y sucesos cometidos.

El primer crimen del que se tiene constancia fue en 1776 cuando un cura asesinó a un hombre por mofarse de él. Al parecer el cura estaba rondando y cantando serenatas a una joven cuando el hombre le sorprendió. En 1915 un hombre era degollado a la entrada de la casa maldita. En 1945 un camisero moría en el piso principal a manos de unos ladrones. En 1962 un sastre terminaba con la vida de su mujer y sus cincos hijos. Exhibió sus cadáveres por el balcón y luego se quitó la vida. Dos años más tarde una veinteañera soltera estranguló a su bebé recién nacido y lo guardó en el cajón de la cómoda hasta que tres días más tarde su hermana encontró el cadáver del pequeño.

Pero no  sólo el edificio está maldito, además de habitado en la actualidad. La calle en sí tiene una larga lista de sucesos. En 1910 un hombre se suicidó. Tres años más tarde un niño murió al caerse de un burro. Otro niño de 15 años se suicidó en 1915. En el 33 dos vecinos de la calle murieron al caérseles una rama en un vendaval.

10. ¿Por qué al Tiovivo se le llama así? Un madrileño  tiene la culpa

La palabra Tiovivo tiene su origen en un madrileño muy conocido en el barrio de Delicias. Allí vivía el tío Esteban Fernández. Se ganaba la vida con un aparato giratorio con caballitos que se conocía como Carrusel. En 1834 el cólera se volvió epidemia llevándose a más de 150 personas. Una de las víctimas fue el tío Esteban. El cortejo fúnebre salió de su casa a hombros de sus amigos hasta que de repente se incorporó bruscamente del ataúd, retiró un paño negro que le cubría y exclamo:

-¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!

El susto de los que le acompañaban fue tal que tiraron el ataúd al suelo. El tío Esteban tardó en recuperarse de aquello, pero cuando lo hizo volvió a divertir a los niños con su Carrusel, al que ya nadie más llamó así, sino Tiovivo. La Real Academia incluyó años más tarde esa palabra en su diccionario.

Sin duda Madrid está lleno de curiosidades que turistas y madrileños tienen por descubrir.

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Autor

Leticia Poncelas

Soy periodista, licenciada por la Universidad Complutense. Nací en El Bierzo (León), aunque desde hace un tiempo vivo en Madrid. Durante varios años he trabajado en radio y principalmente en televisión. Actualmente me dedico al Marketing y la Comunicación online en UNO Digital. Apasionada de la fotografía, escritora adicta, cocinera “sin estrella” e investigadora incansable. En mi tiempo libre me dedico a escribir, descubrir lugares recónditos y buenos sitios para comer.

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