Zarzamora en el Puente de Retamar
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La zarza forma un arbusto enmarañado y espinoso. Sus tallos al contactar con el suelo enraízan con facilidad, extendiendo la superficie del zarzal, que pronto se hace impenetrable.
En la época de floración aparece rodeada de insectos en busca del néctar de sus flores.
Sus frutos, las moras, se emplean en la elaboración de mermeladas y confituras, para teñir lanas y dar color a los vinos. Además son muy apreciados por aves y mamíferos. Sus tallos y espinas de este arbusto son un refugio ideal para los pequeños animales.
Es una especie frecuentemente asociada al bosque aclarado de robles, creciendo en toda la región mediterránea en climas cálidos y zonas soleadas.
Este arbusto constituye una especie esencial de la vegetación arbustiva en suelos degradados, incluso contaminados, en los que otras especies pueden asentarse.