Teatro Real de Madrid
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El Teatro Real domina la parte este de la plaza de Isabel II y ocupa el solar de la antigua plaza de los Caños del Peral. En la Edad Media varios torrentes de las colinas circundantes crearon un pequeño lago. Posteriormente se construyeron casas de baños y lavaderos para aprovecharla abundancia de agua, mientras que los bancos de arena eran adecuados para los espectáculos teatrales.
En 1703 una compañía italiana levantó en el mismo solar un teatro con tablones y toldos. Cuatro años más tarde se levanta otro, que duraría hasta 1737, cuando se derriba para construir el Gran Teatro. Éste continuaría con representaciones hasta 1806 y doce años después se demolería por ruinoso. Llegó incluso a acoger una reunión de las Cortes en 1814.
En 1818, a instancias de Fernando VII, se inician las obras del futuro Teatro Real, con proyecto de estilo neoclásico de Antonio López Aguado (1764-1831), que sólo se realizaron en la parte del edificio que se asoma a la plaza de Isabel II. Los acontecimientos políticos y la falta de presupuesto dilataron en el tiempo el destino de lo ya construido salón de baile, cuartel de la guardia civil o almacén de pólvora, entre otras funciones , hasta su remate definitivo durante el reinado de Isabel II. Lo inauguró la joven reina en su vigésimo aniversario con la obra La favorita de Donizetti.
La ópera en seguida se convirtió en centro de la vida cultural y social. Contaba con un salón de baile, actualmente restaurante, donde bailaban los asistentes después de las representaciones de ópera. En 1863 acudió Verdi a la primera representación de La forza del destino y en la temporada 1916-1917 actuaron en ella los ballets rusos de Diaghilev, con Nijinsky y Pavlova.
El lago, que subsiste bajo los cimientos, fue causa de problemas desde un principio, y continuaron haciéndolo durante años. Durante la guerra civil estalló en su interior un polvorín que causó daños considerables. Volvió a abrir sus puertas en la década de 1960 como sala de conciertos y las cerró de nuevo en 1988 al inaugurarse el Auditorio Nacional, al otro lado de la ciudad. Después de una larga y costosa reforma fue de nuevo inaugurado el 11 de octubre de 1997.
El interior del edificio, que tiene nueve pisos y otros seis bajo tierra, es espectacular. El escenario mide aproximadamente 1.400 m2 y la sala tiene capacidad para 1.740 espectadores. Las galerías de la segunda planta están decoradas con cuadros, tapices, arañas de cristal y espejos. El restaurante, obra del diseñador Pascual Ortega, luce un techo azul nocturno tachonado de estrellas.
Fotos de Teatro Real de Madrid ▲
