Pontón de la Oliva
La presa del Pontón de la Oliva está situada en el noreste de la Comunidad de Madrid, en el termino municipal de Patones.
Fue construida en 1851 durante el reinado de Isabel II para llevar el agua de la sierra a la capital y abastecer Madrid de este agua de gran calidad a los más de 200.000 habitantes que tenía la capital por aquella época.
Hasta ese momento el agua de la que se abastecía Madrid provenía de 54 fuentes y 920 aguadores, todos ellas de construcciones de la Edad Media. La calidad de esas aguas no eran las más adecuadas para una creciente urbe como Madrid.
Se diseño un sistema de abastecimiento a Madrid a través de un canal de 77 kilómetros, el eje principal de este proyecto consistía en la construcción de una presa en el curso bajo del río Lozoya. El lugar elegido fue una garganta natural situada en el Cerro de la Oliva.
Su construcción comenzó en 1851 y se realizó con la mano de obra de 1500 presos de las guerras charlistas, 200 obreros libres y 400 bestias. La construcción duró 5 años y fue inaugurada en 1858 junto con todo el sistema de canalizaciones del Canal de Isabel II.
Pero su utilidad fue prácticamente nula ya que el emplazamiento elegido estaba lleno de filtraciones naturales que impedían el correcto funcionamiento del embalse y la retención de sus aguas.
Pocos año más tarde esta obra pionera de Madrid fue abandonada y reemplazada por el embalse de El Villar situada 22 kilómetros aguas arriba e inaugurada en 1882.