Ejercito del Aire

Historia

Desde abril de 1884, los terrenos de lo que hoy es nuestro Cuartel General del Ejército del Aire y hasta finales de 1939 estuvo ocupado por una cárcel, llamada la Cárcel Modelo, también conocida como cárcel celular porque cada interno disponía de su propia celda. La cárcel de sistema celular consistente en un cuerpo central del que salían cinco galerías radiales dispuestas de forma semicircular y con celdas individuales se llegó a bautizar también como ‘el abanico’. La construcción fue presupuestada en cuatro millones setecientas sesenta y una mil doscientas quince pesetas y con un plazo de realización de tres años. Aunque la entrega oficial no se efectuó hasta el 29 de abril de 1884, la cárcel fue inaugurada por el Rey Alfonso XII el 20 de diciembre de 1883 siendo ministro de la Gobernación D. Francisco Romero Robledo, cuyo nombre precisamente recibiría por entonces una de las calles contiguas a la prisión. En 1884 se había procedido a la pavimentación, alumbrado y plantación de árboles de las zonas contiguas. Posteriormente, hacia 1896, se llevó a efecto una amplia intervención de carácter urbanístico de la plaza, lo que dio lugar a una gran elipse en cuyo centro se encontraban dos jardines con varios pinos, cuya desaparición sería solicitada por los vecinos hacia los años 20 al haberse convertido en nido de golfos y maleantes; pero no fructificó ante la oposición del Jardinero Mayor del Ayuntamiento de Madrid.

Tras la cárcel había un amplio espacio denominado Plaza de la Justicia, que había sido destinado en un principio a las ejecuciones públicas, pero pronto perdió esa macabra función al realizarse el cumplimiento de las sentencias de modo más privado en el interior de los penales. En vista de ello se proyectó la construcción de un establecimiento militar en el que tuvieran alojamiento las tropas. Años después, se construyó el Cuartel del Infante Don Juan. Ya en los años de la II República se realizaron protestas requiriendo que la Cárcel Modelo fuera demolida no sólo atendiendo a razones urbanísticas por cuanto ante ella se iniciaba la amplia avenida principal de la nueva Ciudad Universitaria, sino porque su capacidad resultaba ya insuficiente y su estructura no se adecuaba a las necesidades de la época en materia carcelaria. Una vez concluida la Guerra Civil, y sin duda para evitar el permanente recuerdo de los trágicos sucesos de finales de agosto de 1936, los trabajos de demolición se iniciaron el 16 de septiembre de 1939.

Descripción del exterior

En los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil, se acometió en Madrid un ambicioso plan de construcciones, encaminado a cambiar por entero la imagen de la capital del nuevo Estado. En esa línea, Pedro Muguruza, nombrado jefe de la Junta de Reconstrucción de Madrid, fue uno de los impulsores del retorno a la arquitectura imperial de Felipe II, al igual que el ideólogo y escritor Rafael Sánchez Mazas, para quien el monasterio de San Lorenzo del Escorial constituía el mejor ejemplo a seguir por la arquitectura del nuevo régimen.
El solar del Cuartel General del Aire mide 23.447 metros cuadrados , alcanzando la superficie cubierta edificada un total de 63.679 metros cuadrados y tiene un volumen de 228.215 metros cúbicos. Por su parte, el edificio tiene las siguientes dimensiones: longitud: 153,8 metros; anchura: 90,8 metros; y altura de 2 sótanos y 6 pisos, que alcanza a 8 en las torres. Los patios laterales miden 52 x 30 metros, y el central o de Honor tiene unas dimensiones de 37 x 35 metros; los tres, ocupan una superficie total de 1.115 metros cuadrados . El edificio del Cuartel General del Ejército del Aire (incluido el edificio de la Policlínica (actualmente Enfermería) tiene una superficie total edificada de 10.405,25 metros cuadrados.
En la construcción, que fue realizada por la empresa Huarte y Compañía S.L., se emplearon 15.000 Toneladas de material de hierro. El edificio cuenta con 1.225 ventanas (si sumamos todas las construcciones, 1.740 de 37 tipos distintos), 253 balcones y 105 buhardillas; tiene 12 escaleras y 16 ascensores.

Aunque en los primeros momentos, el proyecto económico valoraba el precio total de la construcción del Ministerio en 89.706.569 pesetas, al final el gasto se elevó, hasta los 246.549.848 pesetas, incluyendo el Grupo de Seguridad y la Casa del Aviador.

Descripción del interior

El interior del actual Cuartel General del Ejército del Aire cuenta principalmente de las siguientes dependencias: ZAGUÁN, PATIO DE HONOR, ESCALERA PRINCIPAL, VESTÍBULO DE HONOR, SALÓN DE HONOR, SALÓN DE MINISTROS, SALÓN DE AERONAUTAS, DESPACHO DE AYUDANTES DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR, DESPACHO DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR, SALA DE VISITAS DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR, SALA DEL CONSEJO, ANTEDESPACHO DEL SEGUNDO JEFE DEL ESTADO MAYOR, DESPACHO DEL SEGUNDO JEFE DEL ESTADO MAYOR, ESTADO MAYOR, MANDO DEL APOYO LOGÍSTICO, MANDO DE PERSONAL, DIRECCIÓN DE ASUNTOS ECONÓMICOS, VESTÍBULO DE LA TERCERA PLANTA, SALÓN DE ACTOS, CAPILLA, RESIDENCIA DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR, EL CENTRO DE GUERRA AÉREA, LA CASA DEL AVIADOR Y OTRAS DEPENDENCIAS.
La decoración de la parte noble la llevo a cabo el arquitecto Gutiérrez Soto, que mantenía relaciones con los anticuarios y eligió los elementos decorativos: muebles, estatuas, lámparas, etc. Incluso intervino en la elección del pintor que debía realizar los frescos del Salón de Honor. Era muy exigente, elegía personalmente uno por uno, los muebles, figuras, tapices y elementos que debían decorar cada salón o despacho. Todos son muebles antiguos. La verdad, hay que reconocer que han resultado unos salones francamente bonitos. Por cierto, en una de las salas de visitas (la de Ministros), hay un armario tan grande que muchas personas al contemplarlo, preguntan si se trata de una capilla que se puede replegar o algo semejante, cuando se trata, en realidad de un armario.

Una anécdota curiosa se dio cuando, ya superada la fase de estructura del edificio, se encontraron con la falta de madera, por cuya causa no pudo acabarse el edificio en la fecha prevista. En previsión, don Juan Vigón había comprado un cargamento de madera de pino de Brasil, que trasportaba un barco alemán que había sido internado en Lisboa. Esta madera salió a unas 100 pesetas. el metros cúbicos . Claro que una parte de esa madera estaba deteriorada por el tiempo que había estado en la mar. Las puertas de la zona Sur están construidas con esa madera y se podían haber construido las de todo el edificio, pero se impusieron nuevos criterios: chapados, y se adquirieron nuevos tipos de maderas que costaron mucho mas caras y, a criterio del Director de la obra, General López-Pedraza, eran de inferior calidad.

Fuente: Ministerio de Defensa

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