restaurantes y joyerías.
Fue denominado como edificio Grassy desde que en 1952 se instaló en el número 1 de la Gran Vía la Joyería Grassy y entró a formar parte de una de las imágenes más características de Madrid. El edificio tiene una fachada crema a base de columnatas. El local está exquisitamente decorado con estucos italianos