El río Henares deja a su paso por Alcalá de Henares dos zonas bien diferenciadas: la margen derecha aparece escalonada en suaves terrazas fluviales, en la más baja de las cuales se asienta la ciudad. El río, con su erosión, excava terreras o cortados en su orilla izquierda, donde nidifican aves que encuentran en la inaccesibilidad del cortado un lugar seguro donde criar. En este margen se alzan los cerros de San Juan del Viso o del Ecce Homo.