Casa de Infantes
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La Casa de Infantes de San Lorenzo de El Escorial fue proyectada por Juan de Villanueva en 1769, se trata de la primera gran obra del arquitecto tras su estacia formativa en la Academia de Roma. El encargo comprendía la construcción frente a la fachada principal del Monasterio y en linea con la existente Casa de la Compaña de un gran edificio que albergase a la servidumbre o familia de los infantes don Gabriel, don Antonio y don Francisco Javier, hijos de Carlos III.
El edificio, de planta rectangular se construyó en un terreno estrecho y difícil determinado por el fuerte desnivel del terreno. La fachada posterior presenta un sistema compositivo más libre al no estar condicionado por la referencia del Monasterio, mientras que en la principal, Villanueva retoma el lenguaje empleado por Herrera en las Casas de Oficios conformando un conjunto respetuoso con el pasado, capaz de encerrar en un interior una distribución increíblemente moderna. La colocación de los núcleos de escalera en los extremos se pone de manifiesto al exterior con la elevación de las cubiertas, anticipando un esquema competitivo muy apreciado por Juan de Villanueva y que tendrá una de sus mejores formulaciones en el Museo del Prado de Madrid.