En los años 1950, un pequeño pueblo español, Villar del Río, (parte del rodaje se hizo en Guadalix de la Sierra (Madrid)) se prepara para recibir la presunta visita de los americanos en pleno plan de ayuda al desarrollo. El pueblo ve una oportunidad y toda la vida social comienza a girar en torno a los norteamericanos.
Esta casa todavía se conserva de la época del rodaje.