Rascafría

El municipio de Rascafría se encuentra en el área septentrional de la región. El casco histórico de esta localidad serrana se halla a una altura de 1.163 m sobre el nivel del mar. Está situada en la cabecera del valle del Lozoya, a unos 80 km al norte de la capital provincial. Se encuentra dentro de la zona de turismo de Madrid de la Sierra Norte y Valle Alto del Lozoya. Tiene un a superficie de 150,30 km2.

El amplio término municipal limita por el este con el cordal que va de La Morcuera a El Portachuelo; por el sur con la cordillera de Cuerda Larga, y por el oeste con la línea de cumbres de Peñalara. El norte se abre hacia el plácido y verde valle del Lozoya, arropado por montañas magníficas.

El municipio de Rascafría es un lugar turístico a la vez que ganadero, y siempre ha estado muy dedicado a la explotación forestal. El puerto de Cotos, el de la Morcuera, la estación de esquí de Valdesquí, la de Valcotos (sólo para esquí de fondo) y, las áreas recreativas de Las Presillas y La Isla, los animales y la vegetación de su entorno… Rascafría integra el Parque natural de la cumbre, circo y lagunas de Peñalara, un espacio protegido por la Comunidad que hace décadas era ya sitio natural de interés nacional. Frente a El Paular se encuentra el Centro de Educación Ambiental Puente del Perdón.

La historia de Rascafría está estrechamente ligada a la del monasterio de El Paular a dos kilómetros del centro urbano , una cartuja fundada en el siglo XIV por una promesa del rey Enrique II de Castilla. Su hijo Juan I y el hijo de éste Enrique III continuaron la obra y le añadieron tierras y privilegios. El monasterio vivió su época de mayor esplendor a finales del siglo XV y en el XVI, bajo los reinados de Enrique IV, los Reyes Católicos y Carlos V.

Por su parte, Rascafría, dependiente en lo económico de El Paular, lo fue administrativamente de Segovia hasta que, con la reforma administrativa y territorial de 1833, pasó a formar parte de la provincia de Madrid y recientemente de la Comunidad Autónoma de Madrid.

En el casco urbano de Rascafría sus notoriedades patrimoniales más notables son:

— La iglesia de San Andrés Apóstol, del siglo XV, gótica y renacentista según algunas de sus partes y las fechas en que fueran construidas. Se atribuye su autoría a Juan Gil de Hontañón, que vivía en Rascafría en 1500. Tiene una portada barroca con frontón partido sobre columnas toscanas. Conserva algunas bóvedas góticas y artesonado del siglo XVI en su nave central. Su púlpito es plateresco y conserva varias esculturas procedentes de El Paular, como un San Miguel Arcángel del siglo XVIII, obra de Luis Salvador Carmona. En su interior también hay pinturas de los artistas españoles del siglo XVII Juan Sánchez Cotán y Alonso Cano. Fue reconstruida en 1952 y restaurada en 1988.

— La Plaza de la Villa con el curioso edificio neomudéjar del Ayuntamientode principios del siglo XX, que fue rehabilitado en 1984, anteriormente fue escuela; y la antigua Casa de Postas, que fue construida en 1726.

— La Plaza de los Trastámara, donde se encuentran La Casona, fechada en el siglo XIV, que fue hospital. Es un conjunto de edificios de dos plantas, huerta y jardín. En la plaza también se conserva un buen conjunto de construcciones tradicionales.

— El cementerio del siglo XIX, contemporáneo de la fuente situada junto al arroyo del Artiñuelo.

En las proximidades de Rascafría:

— Cerca del casco urbano se encuentra la casa que albergó las oficinas de la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular, fundada en 1855, junto a la que funciona un hermoso aserradero de la época.

— El monasterio de El Paular se encuentra a unos dos kilómetros del núcleo de población de Rascafría, en medio de un paraje magnífico de robles y de pinos, al pie de Peñalara. Su denominación exacta es la de cartuja de Santa María de El Paular. Fue la primera cartuja del Reino de Castilla. Algunos de los arquitectos que trabajaron en su construcción fueron, en el siglo XV, Juan Guas, y, en el XVI, Rodrigo Gil de Hontañón. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura religiosa y su edificación duró hasta el siglo XVIII. A mediados del XIX, en medio del proceso desamortizador, fue abandonado. En 1876 fue declarado Monumento Nacional, pero hasta 1954 no vuelve a recuperar su antiguo esplendor. Parte del monasterio se cedió a los benedictinos, y el resto comenzó a funcionar como hotel. Los quesos que elaboran los religiosos son exquisitos.

— El puente del Perdón, que data de 1302, aunque el actual se hizo a mediados del siglo XVIII. Está situado frente a la cartuja. Es una preciosa construcción en sillería de granito con tres arcos y dos descansaderos con bancos semicirculares. En él se reunían los representantes locales para administrar justicia sin necesidad de acudir a una autoridad superior. Lleva este nombre porque los reos podían apelar su sentencia por última vez y ver conmutada su pena si el tribunal lo consideraba de justicia.

— La casa de la Madera, situada al otro lado de la carretera. Es un soberbio edificio, del siglo XVIII, junto a la cartuja, pero fuera del recinto del monasterio. Durante tiempo albergó una serrería dependiente de El Paular. Tiene dos grandes portones con dinteles y un trabajado alero.

— El puente de la Reina, que desde el siglo XVIII comunica El Paular con la casa de la Madera.

— La casa del Guarda de los Batanes, del siglo XIX, restaurada en 1985. Pertenece a la cartuja.

— El antiguo molino de papel de los Batanes. Está situado junto al río Lozoya. Era propiedad de la cartuja.
— Los molinos de Bartolo, de Briescas y del Cubo. Son viejos molinos harineros junto al Lozoya y al arroyo Artiñuelo. Son del siglo XVIII y XIX.

— Frente al monasterio de El Paular arranca, junto al puente del Perdón, una agradable senda por lo que en su día fue la finca de los Batanes, se encuentra el arboreto Giner de los Ríos, dedicado al fundador de la Institución Libre de Enseñanza y “descubridor” de la sierra de Guadarrama, un jardín botánico a orillas del río Lozoya que reúne especies de lo más variadas: desde robles y abedules, álamos, sauces, avellanos y fresnos, hasta una representación del bosque propio del norte de Europa. Unos carteles ilustran sobre los árboles, arbustos y plantas singulares. Es un excelente recorrido tanto para senderistas como para cicloturistas.

También el núcleo de Oteruelo, perteneciente al municipio de Rascafría, posee buenas construcciones. En la Casa del Parque Las Eras de Oteruelo puede visitarse la colección de pinturas de Luis Feito, donada a la localidad por el artista.

Las más importantes fiestas de Rascafría son:

— Las fiestas patronales se celebran a mediados de agosto, en honor a la Virgen de Gracia y a San Roque. Se organizan pasacalles, vaquillas, competiciones deportivas, actuaciones musicales, caldereta, chocolatada, concursos infantiles…

— La fiesta de San Antonio está organizada, a mediados de junio, por la Hermandad de Hermanos del Santo. Hay Misa, procesión del Santo, limonada y dulzainas.

— La fiesta de San Sebastián se celebra el 20 de enero con un almuerzo y con una vaquilla.

— Se celebra el martes de Carnaval con una carrera de cintas a caballo, realizadas por los quintos. También hay cenas por grupos.

— La fiesta de San Marcos es una celebración familiar con Misa y una tradicional comida con cabrito frito y productos de la matanza.

— La fiesta de San Andrés se celebra a finales de noviembre. Se organiza una Misa con procesión, música y comidas populares.

En el núcleo de Oteruelo del Valle se celebran:

— La Virgen de la Paz , a finales de enero. Se organiza una Misa con procesión, aperitivos y música popular.

— San Isidro Labrador. Es una fiesta, organizada por la Asociación de Ganaderos y Agricultores, en la que hay Misa, bailes y limonada.

— La Virgen del Rosario. Tiene lugar, a principios de octubre. Se organizan actos religiosos, aperitivos, concursos, exposiciones culturales y bailes populares.

Información útil
Ayuntamiento. Tel. 918 69 11 17.
Monasterio de Santa María de El Paular. Tel. 918 69 14 25.
Colección Luis Feito. Tel. 918 69 18 29.

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