Morata de Tajuña

El municipio de Morata de Tajuña está situado en el curso bajo del río Tajuña, 35 km al sureste de la ciudad de Madrid, los batanes, los molinos, los lavaderos y las fuentes que abundan en esta población nos hablan de su vinculación con el agua. Morata se encuentra en la zona de turismo de Madrid de la Comarca de las Vegas.

La abundancia de molinos harineros en la zona ha llevado a que en la localidad se asiente el denominado Museo de la Molinería de Tajuña, asentado en uno de esos artefactos arquitectónicos felizmente recuperado.

El mencionado curso fluvial del Tajuña, que da parte de su nombre al pueblo, corta el término de oriente a occidente, al sur de su núcleo histórico. Otro paisaje distinto es el que procuran los llanos que hay sobre el valle, donde podemos acercarnos hasta un área de pinares residuales. El valle es de gran fertilidad y desde muy antiguo se ha dedicado al cultivo de la vid, cereales y árboles frutales además del cáñamo. El territorio de Morata se encuentra dentro de uno de los espacios protegidos de la Comunidad de Madrid, el Parque regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama, más conocido como Parque del Sureste.

Morata de Tajuña posiblemente se corres¬ponde con la antigua Licinia romana emplazada en la vía Galiana que unía Toledo con Guadalajara por Titulcia y Alca¬lá. Los musulmanes se asentarlo en la localidad. Tras la Reconquista la villa pasó a los arzobispos de Toledo a los que la compró Felipe II por 24.000 escudos, luego vendió a la nobleza las tierras del Tajuña para recaudar fondos para la corona, y los vecinos de Morata compraron su propia jurisdicción.

En 1663 la villa tuvo que ponerse en venta de nuevo al carecer de recursos para subsistir. En el siglo XVIII vivió algunos momentos de esplendor gracias a los telares y a los batanes levantados junto al río. Durante la Gue¬rra Civil (1936-1939) se convirtió en centro de operaciones de las brigadas internacionales y en ella descansan sus caídos en la guerra.

El nombre de la villa se explica con una leyenda poco verosímil pero muy difundida. Durante la ocupación musulmana, un mercader musulmán que paseaba por la plaza, se dio cuenta de que lle¬vaba una sandalia desabrochada. Paró a una joven y la obli¬gó a atarle la sandalia a la orden de ¡Mora, ata!

Los amantes del cicloturismo podrán disfrutar de una vía verde en el término habilitada como carril para bicicletas, aunque también para paseantes o senderistas. Fue abierta en 1999 y transcurre sobre lo que anteriormente ocuparon las vías del antiguo ferrocarril que unió Madrid con la localidad de Alocén, en Guadalajara.

Los monumentos más destacables y sitios de interés del municipio de Morata de Tajuña son:

— La iglesia de la Concepción. Es del siglo XVI, de estilo renacentista, aunque muy restaurada. Conserva una pila bautismal, rena¬centista.

— La ermita de la Virgen Antigua, del siglo XVII.

— La ermita del Cristo de la Sala.

— La ermita de la Soledad y de Fátima.

— El Ayuntamiento, siglo XIX. Muestra una torre con reloj y soportales sostenidos por columnas de piedra y un balcón.

— El edificio de la familia Mac-Crohon, del siglo XIX.

Fiestas de Morata de Tajuña.

En Semana Santa, más de 400 vecinos, de un total de habitantes que ronda los 6.000, representan cada Jueves Santo la Pasión Viviente de Cristo en lo que es una de las celebraciones más destacadas de la comunidad y que ya ha merecido ser reconocida como fiesta de interés turístico regional.

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