El municipio de Miraflores de la Sierra se halla a 49 km de Madrid, en dirección norte, cerca del puerto de la Morcuera y junto a la presa de Miraflores, en medio de un valle entre serranías del sistema Central. Se situa dentro de la zona de turismo de Madrid de la Sierra de Guadarrama-Alto Manzanares.
Su centro histórico está a 1.147 m de altitud, pero hay zonas, como su más alta cota, el pico de la Najarra, que llegan a los 2.106 metros. Su término municipal tiene una superficie de 56,88 km2 y está dentro de los límites de uno de los principales espacios naturales protegidos de la Comunidad Autónoma de Madrid: el Parque regional de la cuenca alta del Manzanares. Entre otros animales, los jabalíes, los zorros y las cabras montesas pueblan sus alrededores. En su área recreativa de la Fuente del Cura se puede practicar la escalada.
El primer nombre del pueblo fue Porquerizas. Según la tradición fue la jovencísima esposa de Felipe IV, Isabel de Borbón, quien, admirada la reina por la belleza del paisaje, le cambió el nombre por Miraflores de la Sierra. A finales del siglo XIX destacados miembros de la burguesía comenzaron a construir sus villas de veraneo a la vera de los caminos que llevan hacia Rascafría y Canencia. Se trata de grandes hoteles con generosos jardines, al borde de la carretera, en clave de arquitectura de montaña en la que no faltan detalles modernistas. La abundancia de agua, la bondad del clima y los parajes naturales convirtieron Miraflores en destino preferente y se levantaron hoteles como el Victoria o el Julia, casino, cine, salón-¬teatro… Más recientemente se han construido promociones de casitas adosadas en la ladera del barranco que ofrece el río Miraflores, con bastante menos gracia. Afortunadamente, el casco histórico de Miraflores, salvo alguna excepción, ha permanecido a salvo de agresiones inmobiliarias. En 1970, se construyó la presa que abastece de agua a la localidad.
El municipio ha tenido veraneantes ilustres. A don Manuel Azaña le gustaba pasearse por la carretera que sube al puerto de La Morcuera. Y el poeta Vicente Aleixandre, premio Nobel de Literatura, fue un enamorado de la desaparecida olma de Miraflores, que ha desaparecido, vencido por la grafiosis, y ahora es sólo un monumento a sus 300 años de existencia, que se encuentra en el extremo de la peatonalizada, amplia y cómoda calle de Jerónimo Sastre, centro neurálgico de la ciudad.. Una exposición permanente abierta en la Casa de Cultura recuerda la presencia de Vicente Aleixandre en este municipio.
Los monumentos más destacables y sitios de interés del municipio de Miraflores de la Sierra son:
La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, que ha sufrido numerosas intervenciones realizadas en muy distintas épocas. La torre pertenece al primitivo edificio del siglo XV. También la pila bautismal labrada por Juan de Cas y adornada con tracería gótica. Las tres austeras naves de la iglesia son ya del siglo XVIII. Se accede a la iglesia a través de un pórtico neoclásico.
La ermita de Santo Tomé.
La ermita de San Sebastián.
La ermita de Nuestra Señora de la Paz.
La ermita de San Blas.
El antiguo hospital, en la actualidad residencia de ancianos.
La Plaza de España (Plaza Mayor), justo al lado de la calle de Jerónimo Sastre. En ella se encuentra el Ayuntamiento y su campanil, y un buen muestrario de arquitectura tradicional. Durante siglos se celebraron en ella los festejos taurinos, como evidencian los postes de piedra dispuestos para colocar las vallas protectoras. Desde 1989 tienen lugar en la Plaza de toros construida como tal para disfrute de los apasionados de la tauromaquia, arte muy vinculado a Miraflores incluso desde las propias ganaderías de astados que han pastado y pastan en sus suelos.
La Plaza del Rollo donde se encuentra la estatua dedicada a los perreros, que representa a un hombre con el atuendo típico de Miraflores.
La fuente Nueva data de 1791. Sus grandes pilones laterales servían como abrevadero a las caballerías de las diligencia y también de lavadero público.
En la calle Riaza se encuentra una casa curiosa, con un bonito arco apuntado y pequeñas ventanas con rejas bajo una balconada apoyada en esbeltos pies derechos de madera. Fue antigua cárcel.
El monumento al Tío Francachela, pastor que mató más de 200 lobos. Por el primero le pagaron dos duros. Se encuentra en la carretera hacia La Morcuera, en el mirador.
Fiestas de Manzanares el Real.
Fiestas de San Blas en la que intervienen los perreros. Los hombres se visten con sombrero de copa, pantalón y camisa blancos adornados con pañuelos, lazos y cintas de colores. Con cencerros a la espalda y escopeta al hombro, embisten a los asistentes con una vaquilla de madera.
Las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Asunción, durante la semana del 15 de agosto. Se celebran con toros del aguardiente y encierros al estilo serrano.
Información útil
Ayuntamiento. Tel.: 918 44 30 17
Casa de la Cultura. Tel.: 918 44 50 68
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