Maison Glacée es el nuevo templo del dulce en Madrid

Una oda al color rosa junto a la Puerta de Alcalá donde degustar helados, gofres, barquillos, café y piezas icónicas de Moulin Chocolat.




El proyecto más fresco de Ricardo Vélez en plena Puerta de Alcala. Helados de culto, y mucho más, en Maison Glacée.

Maison Glacée es el nuevo templo del dulce en Madrid. Bajo un universo de color rosa en el que encontrar distintos rincones, la maestría de Ricardo Vélez, Chef del Cacao, deja su impronta en una oferta gastronómica que pretende ser una extensión de su proyecto inicial, Moulin Chocolat, ubicado en el portal de al lado.

Maison Glacée debe su nombre al germen del concepto: una línea de helados creada por el chef en su laboratorio de innovación, y que se instala definitivamente para traernos un nuevo helado: fresco, elaborado siguiendo un proceso lento de mantecado con leche ecológica y una propuesta de sabores clásicos y novedosos. La carta propone straciatella, chocolate -Guanaja- y pistacho, pero también fresa y lima, mango y jerez, caramelo de violeta y fresas con nata, y también helados de temporada. Puede pedirse una tarrina pero se recomienda el barquillo, que se elabora al momento, en caliente y frente al cliente y atempera la bola escogida.

En esta temporada, en Maison Glacée cobran especial atención el chocolate a la taza -que se prepara a partir de una fuente infinita de chocolate líquido y va variando su receta, combinando porcentajes y tipos de chocolate Valrhona de forma regular- y las infusiones y cafés, que se realizan con una cafetera Marzocco Modbar, de cuyo modelo sólo existen 3 en España. Esta cafetera digital permite personalizar y programar cada receta para cada tipo de café y té, adaptando sus programas incluso al tipo de café para lograr una extracción óptima con la presión adecuada. Para los más frescos, también batidos realizados con el helado seleccionado.

La propuesta se completa con gofres y barquillos, bizcochos de almendras y chocolate, cookies y brioche de roscón, una forma de tomar una porción de roscón sin necesidad de comprar uno grande y una selección de los bollos más icónicos de Moulin Chocolat, como el croissant… Todo envuelto en una nube rosa con mesas altas y dos salones, uno de ellos con una gran mesa en la que, cuando sea posible, celebrar en grupos hasta de 16 personas.

Destino de desayuno

El universo dulce que ubica Maison Glacée lo convierte, por definición, en una parada muy atractiva para el desayuno. Abierto desde las 9h00 de martes a domingo, el alto nivel de su café monovarietal de Hacienda y la bollería fresca, procedente de los hornos vecinos de Moulin Chocolat, se suma a una selección de croissants salados para los menos golosos.