El tramo comprendido entre la Puerta de Alcalá y el paseo de Recoletos, en el siglo XVII, recibió el nombre de calle del Pósito porque en la llamada huerta de Recoletos se alzaban los edificios del pósito creado por los Reyes Católicos y auspiciados por Felipe II para atajar las crisis cerealistas que hacían tambalear la economía.