Textos Literarios: Magerit

Textos literarios

MAGERIT

Del Magerit moro, primera fundación como fortaleza frente a los pasos del Guadarrama para defender a la España árabe de la presión reconquistadora, al Madrid de nuestros días, la distancia demográfica es muy grande, como en toda la Historia de España y en la de Europa. Pero no en todas las partes de nuestro territorio y del europeo la velocidad del tiempo y el ritmo de la aceleración de la Historia se ha producido en la misma manera que en lo que hoy es la capital de España. Acompasado a ese ritmo en los siglos medievales, en 1563, con el traslado de la capital de Toledo a Madrid, comienza un nuevo ciclo. Sin aquel acontecimiento, lo más seguro es que Madrid no pasara en nuestros días de tener la significación y el volumen demográfico de otras muchas ciudades de la meseta. La Historia no estaba inscrita en su geografía; fue la Historia, la decisión humana, la de un solo hombre, la que hizo de un pequeño núcleo de población, surgido en torno a una fortaleza musulmana, la capitalidad de una España unificada, convertida en el momento actual en una de las mayores aglomeraciones urbanas europeas y del mundo. Pero la aceleración última de este proceso es de tiempos recientes: en 1941, Madrid había ya superado la cifra de un millón de habitantes; el censo de 1970 le asigna la cifra de 3.146.071, y actualmente, en este nuestro caminar hacia el año 2000, demográficamente avanza hacia la cifra de cuatro millones. […]

Y aquí está Madrid, como hecho y realidad geográficas incuestionables, como una forma de paisaje cuya acción no se limita al espacio más o menos reducido, ocupado por sus edificaciones, sino a un área mucho más extensa, cuyo paisaje se ha transformado o está en trance de transformación, no sólo en sus aspectos político, social y económico, sino incluso en su propia fisonomía material. Este nuevo paisaje es el del área metropolitana madrileña, el del gran Madrid, el de la región centro o región urbana madrileña, cuyo desbordamiento, más allá de los límites provinciales, alcanza las provincias vecinas, las de Ávila, Segovia, Toledo, Guadalajara y Cuenca.

A Madrid le ha llegado la hora de lo que en geografía urbana se llama la explosión, que no es sólo el crecimiento demográfico, sino la expansión superficial, conquista y urbanización de los campos en torno. [… ]

Al mismo tiempo se acelera el proceso de centralización administrativa, el de centralización de las comunicaciones, siguiendo la pauta radial ya iniciada en el siglo XVIII, y el de la concentración financiera, al que acompaña un proceso de industrialización, consecuencia lógica de aquellas otras dos concentraciones: la del capital y la producida por la convergencia de los transportes. La ciudad cortesana de los Austrias, la ciudad burocrática del siglo XIX, va a convertirse en el polo financiero de la nación y en el único gran centro industrial de la España interior. [… ]

Manuel de Terán (1904-1984),
Prólogo a El desarrollo metropolitano de Madrid