Textos Literarios: El Prado

Textos literarios

El Prado

Saliendo de la Puerta del Sol se baja por la carrera de San Jerónimo y a mano izquierda encontramos el barroco palacio de Miraflores, con una portada muy característica de las viejas mansiones señoriales madrileñas, y el Palacio de las Cortes, construcción isabelina de gran empaque y tumultuosa historia parlamentaria. Desde la plaza de las Cortes, en cuyo centro se ve una pequeña estatua de Cervantes, parte la calle del Prado, donde se halla el Ateneo, institución cuya casa alberga una de las mejores bibliotecas de Madrid, así como los recuerdos de más de un siglo de vida intelectual y política del país. En esta misma calle se debe apuntar la existencia de varios importantes comercios de antigüedades. Siguiendo por la calle del Duque de Medinaceli pasaremos frente a la Dirección General del Turismo centro útil a todo forastero, y luego frente a la iglesia e que se venera la imagen de Jesús de Medinaceli. Dobland a la derecha llegaremos a las calles de Cervantes y Lope de Vega; en aquélla está la casa de Lope, que habitó el Fénix de los Ingenios, fina y delicada evocación, gracias al buen gusto de los restauradores, de lo que fue el hogar del gran poeta dramático; en la segunda puede verse el convento de Trinitarias, donde fue sepultado Cervantes.

Bajando hacia el Paseo del Prado dejaremos, a la izquierda, la fuente de Neptuno, obra de Pascual de Mena, y, frente al hotel Ritz, el obelisco del Dos de Mayo, donde yacen los restos de Daoíz y Velarde, héroes de la memorable jornada que dio principio a la guerra de la Independencia. El Salón del Prado fue lugar de reunión de los elegantes de la época romántica, y a su lado se alzó, en la época de Carlos III, y por mano del arquitecto Juan de Villanueva, el palacio destinado a Galería de Historia Natural, magnífica pieza neoclásica que alberga hoy al Museo del Prado.

César GONZÁLEZ-RUANO (1903-1963)