ALREDEDORES DE MADRID
En mis sueños rara vez aparecen paisajes. Hay en ellos, sin duda, muchas más casas, casas conocidas y desconocidas, y otras, la mayor parte de las veces, continuación unas de otras; casas, en suma, deformadas y fantásticas, habitaciones en sombra y largos pasillos por los que nunca he transitado pero que tienen un extraño sabor de escenarios conocidos.
Sin embargo, el paisaje, lo que rodea a la casa, ha ido cobrando cada vez más importancia para mí. Antes de aficionarme a la natación, con el objeto de moverme un poco, me obligué a dar un paseo diario por este campo surcado de carreteras en el que vivo y en el que se arremolinan urbanizaciones de chalets adosados. Mientras deambulaba por él, echaba de menos todos los hermosos paisajes que he conocido y me lamentaba de no poder disfrutarlos ahora, cuando verdaderamente los necesitaba.
Soledad PUÉRTOLAS (1947-),
Recuerdos de otra persona.